¿Qué es el PEA²?
PEA2 (PLAN ESTRATÉGICO AGROALIMENTARIO Y AGROINDUSTRIAL PARTICIPATIVO Y FEDERAL), 2010-2016
El Ministerio de agricultura, ganadería y pesca, define el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal, 2010-2016 (PEA2), como “el producto final de un proceso participativo que impulsado por el Estado, convoca a todos los actores del Sector Agroalimentario y Agroindustrial Argentino para que, de manera ordenada y sistemática, siguiendo una metodología predefinida, y en ámbitos especialmente diseñados al efecto, elaboren un Plan Estratégico a partir de una visión compartida de futuro”.
Los objetivos del PEA2 son, según la opinión de los especialistas, muy ambiciosos.[1]
A continuación se esquematizan los pilares sobre los que el PEA se construyó:
PEA2 |
ESTABLECE |
CÓMO SE HARÁ
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Objetivos | Promover mediante políticas públicas una visión compartida de la argentina del futuro | Mediante un proceso participativo y federal, convocando a los diversos actores que conforman el Sector Agroalimentario y Agroindustrial argentino para que, siguiendo una metodología predefinida, y en ámbitos especialmente diseñados al efecto, realizarán sus aportes e intercambiaran ideas en pos de elaborar las distintas etapas del Plan. |
Estructura | Consejo Federal Agropecuario (CFA): conformado por las áreas agropecuarias y pesqueras gubernamentales de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Consejo Federal Asesor de Ciencia y Tecnología (CFACyT): formado por 53 facultades por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), | Mediante la creación del Consejo General del PEA (órgano de articulación y consenso), conformado por representantes de los Consejos Federales, legisladores nacionales y representantes de otros ministerios. |
Mecanismo | promover el involucramiento y compromiso de los diferentes actores con la elaboración de un Plan Estratégico Participativo compartido. | Espacios de participación, utilizaron como mecanismo participativo el encuentro en jornadas y talleres, y en algunos caso, el trabajo en mesas (subsectoriales, regionales, provinciales y temáticas) |
Participación activa | 23 provincias 53 facultades de Ciencias Agrarias, Veterinarias, Ciencias de la Alimentación, Agronegocios y Ciencias Económicas pertenecientes a 45 universidades públicas y privadas. Más de 140 cámaras empresariales, Más de 300 representantes del sector económico social. Organismos internacionales: CEPAL, FAO, IICA y PNUD. Más de 450 Mujeres Agrarias. 340 Jóvenes de la Agricultura Familiar. Más de 450 Escuelas Agrotécnicas de todo el país, Más de 1.150 personas provenientes de todo el país entre representantes de cámaras, productores, empresarios, funcionarios y técnicos del MAGyP, miembros del CFA, empleados de la administración pública, Directores y Docentes de las Escuelas Agrotécnicas, de Universidades, actores del sistema social, estudiantes y egresados del Programa Amartya Sen. | se han realizado más de 500 encuentros en el marco del PEA , convocando a todos los actores del Sector y en los que han participado más de 7.000 actores (productores, empresarios, trabajadores, científicos, técnicos, profesionales, consultores, otros actores sociales, etc.). Involucrando a más de 500 expertos y profesionales a lo largo de todo el país. participando en diferentes ámbitos (provincias, mesas ministeriales, etc.) que han mantenido más de 200 reuniones de análisis, diagnóstico y propuesta para diferentes complejos productivos y temas relacionados con el Plan. aportaron sus opiniones a partir de 15.000 encuestas respondidas por sus alumnos y las familias de sus alumnos. Más de 1.500 docentes y directores de las Escuelas Agrotécnicas. |
Marco conceptual integrador | Busca garantizar la coherencia conceptual de sus diferentes producciones elaboradas por todos los actores participantes | Describiendo el sector, hacia adentro y hacia afuera del país. Confeccionando un F.O.D.A. (fortalezas, Oportunidades, Debilidades y amenazas) |
El INTA elaboró un documento denominado “Estimación de Techos Productivos Sustentables de las Cadenas Agroalimentarias y Agroindustriales”. Esta estimación, buscó integrar las capacidades productivas y tecnológicas de las distintas economías regionales a partir tres grandes ámbitos de intervención:
- 1. las cadenas de valor,
- 2. los agro-ecosistemas y
- 3. los territorios.
Tomó en cuenta los techos productivos potenciales de las principales cadenas agroalimentarias, considerando las restricciones ambientales dentro del ordenamiento territorial y la inclusión social en el contexto del mapa social de las grandes regiones y ámbitos provinciales. Estos techos, se elaboraron en un ámbito político-institucional que propone poner la tecnología y la innovación al servicio del desarrollo, apuntando a identificar los problemas y oportunidades a nivel productivo, ambiental y social para brindar una solución integrada a sus objetivos de competitividad, sustentabilidad ambiental y equidad social, con énfasis en la generación de valor agregado, en particular en origen, integración regional y complementación alimentos / energía / ambiente.[2]
Identifican dos modelos alternativos de desarrollo para el Sector Agroalimentario y Agroindustrial argentino:
MODELO 1: MODELO INCREMENTAL |
MODELO 2: MODELO DE VALOR AGREGADO EN DESARROLLO |
Se generará desarrollo siguiendo la eficiente productora de productos primarios y generadora de saldos exportables basados esencialmente en la exportación de commodities con poco agregado de valor. | Profundizar la generación de valor agregado, con fuerte inserción de la Argentina en las cadenas globales de valor mundiales y, promover que tal generación de valor se desarrolle tanto globalmente como en origen, a fin de impulsar un proceso de desarrollo con equidad, todo ello en un marco de sustentabilidad ambiental y territorial. |
El PEA2, impulsa el modelo de valor agregado en desarrollo.
Aporta al análisis crítico, al debate y a la generación de propuestas que permitan diseñar una estrategia de desarrollo incluyente, partiendo del diagnóstico integral del sector agroindustrial, de la economía y del conjunto de la sociedad argentina.[3]
Si bien, el lapso proyectado por el PEA2, aún no ha transcurrido, se puede observar que las dificultades que enfrenta el sector agroalimentario, persisten (su objetivo era alcanzar las 157 millones de toneladas de granos para el año 2020, un crecimiento de más del 50% respecto a la actual producción. También plantea incrementar, en el mismo período, la producción ganadera en un 70%)[4].
En el caso del sector Agroindustrial, se observan mejoras en su competitividad, para comprender la importancia del fortalecimiento y desarrollo de este sector, el mismo se caracteriza a continuación:
La maquinaria agrícola argentina es un sector compuesto por 730 pymes que dan trabajo a 90000 personas en forma directa o indirecta, facturan 870 m/U$S de los cuales exportan 217 M/u$S a 32 países, entre ellos Rusia, Kazajstan y Ucrania. También a Bulgaria y Polonia.
Estas empresas estaban centradas en su mercado interno y la exportación era esporádica en función de oportunidades. No existía visión de largo plazo. Son Empresas de marketing pasivo, sin cultura exportadora.[5]
Los procesos de innovación[6] no tienen lugar de manera similar cualquiera sea el sector de actividad sino que tienden a clusterizarse en determinadas actividades, donde el ritmo de cambio tecnológico es mayor, hay economías crecientes de escala dinámicas y existe una alta elasticidad de la demanda. En estos sectores, la competitividad está más relacionada a la posibilidad de cambio tecnológico y menos a los precios.
Los principales productos de exportación del sector de equipamiento agrícola argentino son las cosechadoras y las sembradoras. Las sembradoras aumentaron considerablemente su volumen de exportación en los últimos años, al igual que las pulverizadoras.
Las empresas argentinas, cuando comenzaron las misiones del INTA (Siembra directa y silo bolsa) en Kazajstan, comenzaron a exportar a los países que antiguamente integraban la Unión Soviética[7]. La UNGS encuestó a 42 empresas terminales y 22 agropartistas.[8]
Las empresas encuestadas están localizadas en las provincias de Santa Fe (73%) y Córdoba (27%).
Es posible identificar cuatro sub-ramas de actividad: Agropartes (56% de las firmas), implementos agrícolas (23%), sembradoras (12%), pulverizadoras (7%) y cosechadoras y tractores (2%).
Del total de empresas relevadas, sólo un 16% son exportadoras y, a su vez, éstas muestran un coeficiente de exportación relativamente bajo.
Al analizar la información según el tamaño de las empresas se observa que entre las firmas medianas se registra la mayor proporción de exportadoras (46%).
A nivel de sub-sectores La mayor proporción de empresas exportadoras se observa entre los fabricantes de pulverizadoras, seguidos por los de sembradoras, las firmas de cosechadoras y tractores y de implementos agrícolas, en ese orden. Apenas un 7% de las agropartistas venden al exterior.
Pero, estas empresas muestran el mayor coeficiente de exportaciones. La baja intensidad exportadora de cosechadoras y tractores obedece a que estas empresas sólo tienen una alta propensión a exportar ciertos componentes aislados en el marco del comercio intra empresas.
