El futuro del Polo Industrial de Tierra del Fuego
La promoción industrial fue impulsada por la Ley 19.640 en la década del 70´. Si bien, en ese momento el objetivo perseguido no era económico sino geopolítico: poblar Tierra del Fuego con ciudadanos argentinos, logró la radicación de empresas en la Provincia de Tierra del Fuego.
En el año 2009 mediante la Ley 26.539 (sancionada con el objeto de sustituir las importaciones de productos terminados), se prorrogan los beneficios otorgados a empresas radicadas antes de esta fecha, en el Polo Industrial, hasta el año 2023.
En el Polo Industrial de Tierra del Fuego, se ensamblan principalmente televisores, equipos de aire acondicionado, celulares, notebooks, tablets y cámaras digitales.
Sin embargo, pese a los importantes beneficios fiscales y aduaneros, los préstamos (en especial los del Bicentenario), las empresas fueguinas dependen de materiales y partes para armar sus productos procedentes del exterior; no formaron clusters (agrupación de empresas e instituciones relacionadas entre sí, pertenecientes a un mismo sector o segmento de mercado, que se encuentran próximas geográficamente y que colaboran para ser más competitivas), ni tampoco se expandieron así atrás, elaborando sus propios insumos. Simplemente ensamblan los componentes que importan.
Como consecuencia del fomento de la producción en el territorio fueguino se observa un constante aumento en las importaciones.
Esta falta de desarrollo del aparato productivo fueguino, con serias dificultades para completar la cadena de valor, aumenta la cantidad de dólares necesarios para que las industrias puedan importar los insumos de origen asiático necesarios para los procesos de ensamblado, lo cual le genera al Gobierno, serias dificultades financieras.
Las importaciones totales realizadas por las empresas fueguinas en 2013 superan los U$S 9.000 millones.
Los principales rubros importados son teléfonos celulares, LCD y equipos de aire acondicionado que representan el 91% del total de las compras al exterior.
La mayor parte de la producción tiene como destino el mercado doméstico (engrosar el déficit industrial), porque no son compensadas con ventas al resto del mundo.
No se proyecta la elaboración en territorio argentino de los componentes importados, Dadas las restricciones de escala y los escasos encadenamientos locales, difícilmente se revierta esta situación. El Gobierno considera que, sostener el ritmo de producción del polo industrial resulta vital, dado que el rubro de electrodomésticos y artículos electrónicos es uno de los que mayor dinamismo ha demostrado en el nivel de ventas. Pero, sostener el polo industrial en el sur del país implica un enorme esfuerzo fiscal.
Durante el año 2012 se destinaron más de $5.600 millones del Presupuesto nacional para mantener el régimen de Tierra del Fuego, equivalente a “casi el 50% de los esfuerzos de promoción económica para todo el país”.
Este costo, sirve para sostener los 12.000 puestos de trabajo directos que ocupa el polo electrónico, que representan menos del 0,6% del empleo industrial de la Argentina.
Cada puesto de trabajo le generó al país un costo fiscal del orden del medio millón de pesos, generado por los altos salarios que se pagan en el sur, superiores en un 85% al promedio nacional.
El valor final de los productos se ve afectado por aranceles y tasas que tributan los productos importados. A estos se suman los altos costos laborales y logísticos que implica tener una industria instalada en Tierra del Fuego.
Estas variables producen diferencias significativas en el Precio de los productos tecnológicos con Certificado de Origen de Tierra del Fuego y los adquiridos en el exterior, aun considerando el 20% de recargo de la AFIP por compras en el exterior, alcanzan entre un 135% y un 360%.
Cabe preguntarse ¿qué sucedería si al Polo Industrial de Tierra del Fuego se le sacaran los subsidios?, la respuesta a esta pregunta, según los especialistas es: …”al año siguiente no queda nada”