En presencia del cisne negro

Por

Dra. LA Claudia E. Chaves

15 de octubre, 2018

En el año 2007, Nassim Taleb, un reconocido financista americano, de origen libanés, enuncia su Teoría del Cisne Negro.

La denominación de Cisne Negro se debe a que, durante siglos, en Europa se pensó que los cisnes eran solamente de color blanco, pero, al descubrirse Australia, se encontraron cisnes negros, es decir que una sola observación es capaz de invalidar una afirmación generalizada[1].

 

Taleb explica que el Cisne Negro es un suceso que se caracteriza por tres atributos:

  1. Es una rareza, porque está fuera de las expectativas normales (si existiese evidencia de que puede ocurrir el sector financiero se protegería);
  2. produce un fuerte impacto, desproporcionado en relación con las probabilidades de que ocurra;
  3. pese a su condición de rareza, la naturaleza humana hace que se invente explicaciones de su existencia después del hecho, con lo que, erróneamente, se hace explicable y predecible (deberá ser racionalizado posteriormente tratando de buscarle una explicación a lo que ya ha ocurrido).
 

Los Cisnes Negros están en el origen de casi todo lo que ocurre en el mundo, las ideas. las religiones, los acontecimientos históricos, etc.

Son ejemplos de Cisne negro, las Guerras Mundiales, La crisis de Wall Street, Internet, WhatsApp, Lehman Brothers, o el Brexit.

La incapacidad de predecir lo raro, lo poco frecuente, implica la incapacidad de predecir el curso de la historia, debido a la incidencia de estos sucesos en la dinámica de los acontecimientos.

En palabras de Taleb: “se ve lo que aparece, no el guion que produce los sucesos, el generador de la historia”. La forma de captar estos sucesos es en cierta medida incompleta, ya que no se ve cómo funcionan los mecanismos.

La mente humana es una máquina capaz de formular explicaciones, pero, incapaz de aceptar la idea de la impredecibilidad.

Los sucesos se presentan de forma distorsionada. Antes de que se produzca un suceso, se informan numerosos hechos, pero solo algunos resultarán relevantes para comprender lo sucedido.

En materia financiera, se puede observar que lo desconocido puede ofrecer una compensación desproporcionada, ya que se suele perder poco y ganar mucho de un suceso raro.

Según el autor, la incapacidad para predecir en entornos sometidos al Cisne Negro, unida a una falta general de conciencia de este estado de las cosas, significa que determinados profesionales, aunque creen que son expertos, de hecho, no lo son.

[1] Taleb, N. (2007). El cisne negro- El impacto de lo altamente improbable. Ed. Paidós.


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